miércoles, 27 de julio de 2011

Autocoaching: cómo desarrollar el poder de lograrlo todo


“Si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. La frase de Albert Einstein bien podría ser el lema de la disciplina que propone descubrir el poder interior que todos tenemos para cambiar. Conozca detalles de la técnica.

Si quiere algo diferente en su vida, quizá deba hacer cambios y la transformación se inicia en usted. El autocoaching da la posibilidad de explorar opciones y decisiones, aceptando los resultados no esperados como valioso aprendizaje.

Al hacer autocoaching es importante poner nuestra energía y atención en el presente asumiendo la responsabilidad de nuestras acciones. Es la habilidad para cambiar la propia vida y la capacidad de crear los resultados que deseamos.

Este nuevo enfoque orientado a potenciar los recursos, lleva a revisar hábitos de pensamiento, el diálogo interior y las metáforas que utilizamos al contarnos nuestras historias.

Para ello debemos cambiar las representaciones mentales, recurrir a estados potenciadores y modificar las emociones y el comportamiento.

Este nuevo enfoque potencia nuestros recursos y lleva a revisar hábitos de pensamiento, el diálogo interior y las metáforas que utilizamos al contarnos nuestras historias.

Es la habilidad para cambiar la propia vida y la capacidad de crear los resultados que deseamos. Y para hacerlo es importante cambiar las representaciones mentales, recurrir a estados potenciadores y  modificar las emociones y el comportamiento. Nos permite poner nuestra energía y atención en el presente  asumiendo la  responsabilidad de nuestras acciones.

Hay un viejo paradigma con el que todos nos identificamos en algún momento, que consiste en culpar a las circunstancias externas por nuestra vida o la situación actual que no nos hace feliz.

Este rol está muy difundido y lo vemos a diario inundando los medios de comunicación que nos dicen cómo dependemos de personas y elementos externos para que nos consuelen, curen, diviertan y para sentir que pertenecemos.

Quizá, en un punto, sea más fácil culpar a los demás, que asumir el compromiso del crecimiento y aprendizaje. Sin embargo, cuando esto sucede, eludimos la responsabilidad de nuestra realidad y el precio que pagamos es muy caro: la pérdida de la libertad para explorar opciones y tomar decisiones. Es entonces cuando permitimos que otras personas se encarguen de decidir por nosotros.

Cuando desconfiamos de nuestra  capacidad, quedamos paralizados y culpamos a otros por nuestro fracaso, aunque en realidad el fracaso como tal no existe. Todos nuestros actos nos llevan inevitablemente a una nueva experiencia de aprendizaje  con lo que el fracaso será un “resultado no esperado” del cual tenemos mucho para aprender.

Entonces, si otros son responsables de nuestros “fracasos”… ¿Quién se beneficia del aprendizaje? Al no responsabilizarnos de nuestra realidad, no sólo perdemos el poder sobre nuestra vida y nuestros resultados, sino que dejamos aprendizajes valiosos y nadie se beneficia de ellos.

Si lo que hace lo aleja de lo que desea, aprenda a ser flexible para modificar sus conductas y pensamientos. Pregúntese ¿Qué clase de pensamientos son necesarios para lograr lo que quiero? Si hubiera logrado ya mi meta: ¿Qué comportamientos estaría teniendo? En lugar de  quedar paralizado, o echarle la culpa a los demás, lo importante es aceptar la realidad como tal, luego optar y tomar decisiones propias, hasta conseguir lo que quiere. Moverse hacia adelante en la vida, en lugar de ir en círculos, es ir más allá del miedo asumiendo la responsabilidad. ¿Cuál es ese primer paso hacia lo que quiero lograr? ¿Y como ese paso de fe… lo llenará de poder, motivación y una enorme independencia?

Esto ayuda además a ampliar nuestra zona de comodidad y nos da más opciones. Recuerde: dentro de cualquier sistema, el miembro que tiene más opciones es el más propenso a tener éxito, ya que tiene más recursos.

Es también necesario, cambiar el patrón que podemos llamar de “acercar- evitar” que  se da cuando al mismo tiempo que nos acercamos a lo que deseamos,  no nos damos el permiso de tenerlo y lo boicoteamos. ¿Qué hay de bueno (siempre hay algo bueno, aunque la circunstancias sea mala) en la situación actual? ¿Cómo puedo vivir esto en la situación deseada? Estamos donde estamos porque recibimos algún beneficio, aunque sea difícil de detectar, y nadie quiere perder para ganar, por lo que es necesario encontrar la intención positiva de la situación y como nos vamos a asegurar de seguir teniéndolo cuando alcancemos nuestra meta.

Lo paradójico es que todos nosotros poseemos asombrosas capacidades aunque nos comportamos  como si no las tuviéramos. En su discurso inaugural Nelson Mandela dice: “Nuestro miedo más profundo es ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta”.

Lo que nos lleva a tener más miedo al éxito que al fracaso y quizá sea por eso que nos asusta sentirnos capaces y felices, quitándonos la  posibilidad de experimentar hoy, nuestro  poder. 

Si gran parte de la energía se va en evocar el pasado, o proyectar un futuro que nunca concretamos, sólo tenemos una pequeña porción de  energía disponible para utilizar en construir el presente.

Con frecuencia al analizar a las personas que consiguen logros sorprendentes nos preguntamos acerca del  don especial  del que están dotadas, sin embargo lo que tienen como diferencial es la posibilidad de conectarse con ellos mismos, sus recursos, reflexionar y planificar su vida viviendo su mayor potencial desplegando así el: Poder Interior.

La palabra  “poder” es de que las producen emociones fuertes  y muy diferentes. ¿Para usted que connotación tiene esta palabra? ¿Desearía tener poder? ¿Que representa en realidad?
Casi todos cuando decimos “poder” evocamos a alguien “poderoso” y suele  significar “tener dominio sobre los otros”, generalmente  una persona que controla o manipula a los demás.
Y esto, está muy  lejos de  lo que expresa  la palabra.

Poder, significa: capacidad de hacer o actuar, fuerza, influencia o autoridad.

Todas estas cualidades pueden usarse hacia afuera, no obstante son características intrínsecas. 

Recordemos que es inútil querer hacer algo para afuera si antes no lo hemos hecho con nosotros mismos. Como prueba, están aquellos que fueron elevados a posiciones de autoridad y no pudieron mantenerla porque antes no habían ejercido su propia autoridad.

Tampoco es verdad que, para que una persona sea poderosa, otra debe dejar de serlo.

Solamente los individuos inseguros, sienten la necesidad de dominar a otros para quitarles su poder y son las dudas sobre la propia capacidad las que hacen que rebaje a los demás.

Ese tipo de poder, rara vez es duradero. 

Pensemos en aquellos a los que admiramos. Las personas más poderosas que conocemos, expresan ese poder sintiéndose seguros. Son auténticos y honestos con ellos mismos y con los demás. Son sinceros y congruentes. 

No necesitan probarse a si mismos, ni probar a los demás sus capacidades, ni obtener la aprobación de otros. Saben que no pueden gustarle a todo el mundo, sin embargo, si están a salvo en su ser, todo el mundo los respeta.

El poder consiste entonces en la capacidad para cambiar la propia vida. Estar preparado para crear los resultados que deseamos. Y para esto es fundamental utilizar herramientas de autocoaching. 

Este nuevo paradigma supone que el auténtico poder es una cualidad innata que incluye la reflexión luego de la acción, para obtener aprendizajes pero esta reflexión se da desde la ternura, la compasión, la sensibilidad, la apertura a crecer, dándonos el permiso para ser realmente quienes somos sin que importe quien esta frente a nosotros.

Y siempre que nos posicionamos ante un nuevo paradigma debemos preguntarnos ¿Mis hábitos de pensamiento siguen estando vigentes, o necesitan ser actualizados?

El  poder de nuestros pensamientos para influir en la realidad, es extraordinario, y causan un gran impacto sobre  la vida, el éxito y el poder potencial.

Si tenemos hábitos de pensamiento que nos limitan, creamos barreras y obstáculos que respaldan las restricciones actuales. Pero si en cambio, son facilitadores, nos ayudan a hacer realidad nuestras metas y vivir nuestro potencial para una vida más plena.

Gran parte del desarrollo personal y profesional depende de la  adopción de hábitos de acción y pensamiento facilitadores y actuales, congruentes con el camino que queremos transitar.

Una vez que comprendemos cuán poderosos somos, distinguimos que el paso siguiente es aceptar una total responsabilidad por lo que  nos sucede, reconociendo que nuestra vida es el resultado de  nuestras acciones y omisiones. Y para la mayoría, es un verdadero desafío.

Dejemos de buscar en el afuera. En nosotros está la capacidad para transformar nuestras vidas y lograr la realización de los mayores  sueños.Fuente...Infobae.com

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