sábado, 30 de julio de 2011

Terrible: tiene 16 años, fue abusada por parientes y asesinaron a su hijito


En Añatuya, Santiago del Estero, junto con dos hermanitos, la pequeña sufrió múltiples torturas. Ultraje sexual, castigos corporales y orfandad de padres.


Sofía (identidad ficticia) vivió todo tipo de calamidades. Entre los 8 y los 14 años la habrían violado, su padrastro, sus padrinos y luego pasó a manos de una pareja que también la vejó, torturó a golpes y conminó a silenciar el supuesto asesinato de su propio hijo, de cinco meses.

La niña hoy tiene 16 años y transita sus días en soledad. Según la Justicia, a mediados del 2006 su padrastro fue condenado por ultrajar a la menor, a quien solía ingresar en hoteles alojamiento de Añatuya dentro de bolsas. “Nunca nos pasó hechos similares. El hombre obligaba a la víctima a introducirse en bolsas. Así, él entraba en albergues transitorios y ultrajaba a la niña y luego la liberaba”, confió un instructor.

Tras la condena, una jueza añatuyense otorgó la guarda de Sofía, una hermanita y un hermanito a una pareja de padrinos. Sofía tenía 11 años, 9 su hermana y 7 el varoncito.

Lejos de protegerlos, los padrinos los habrían violado y entregado a amigos para que hicieran lo mismo, a cambio de dinero. No fue todo. Al varón lo castigaban diariamente, ahogándolo en tarros con agua, mantenían desnudo u obligaban a dormir con los perros.

En el 2007 el escándalo estalló en la Justicia y los padrinos terminaron enrejados.
Sofía pensó entonces que sus amarguras habían cesado. Tenía 13 años cuando conoció a Víctor Quiñones, de veinte y pico.

En apenas dos años, la adolescente se habría convertido en blanco de la ira y los vejámenes del sujeto, proclive a disciplinarla en base a trompadas y patadas, según lo delatan el Libro de Guardia de la Unidad Regional 3 de Añatuya.

Juntos tuvieron un hijo, en los albores del 2009. Según la Justicia, el bebé nació con problemas bronquiales por los cuales debió ser internado varias veces en el Hospital de Niños capitalino “Eva Perón”.

Sin que los médicos le dieran el alta, Sofía y su pareja habrían retirado al bebé y retornado a Añatuya. Una tarde, mientras Sofía se bañaba, Quiñones habría intentado silenciar su llanto tapándole la boca. Tanto se habría acentuado el ahogo que el bebé dejó de existir.

Meses después, ante la abuela del niño, Sofía confesó que su concubino habría dado muerte al niño, tras lo cual la policía irrumpió en la casa y con palas confirmó macabro suceso.Fuente..Contexto.com.ar

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