miércoles, 14 de septiembre de 2011

Tucumano en Los Murciélagos


El telón se baja, pero él sigue actuando. Luis Sacayán, el actor principal de esta historia, terminó de quedar ciego (nació con dificultades) hace un par de años. Así de complejo, como la vida misma que dejaría de pasar por sus ojos. Justo esa condición, sería la puerta de entrada a algo de lo que habla con los ojos emocionados, que pueden haber perdido la vista pero no el brillo: el tucumano de 31 años sería convocado para los Murciélagos (selección de no videntes) y en sus primeros torneos en Europa, ya acumula goles y un título.

"En octubre del año pasado, después de un partido que jugué acá me dijeron: ’Cristian De Monte quiere hablar con vos’. ’¿Y quién es?’ pregunté. ¡Y era el técnico de la Selección!", relata Luis, delantero letal, defensor de los colores del equipo de la UNT.

"Me gusta tu forma de jugar, queremos que estés en el amistoso contra Uruguay dentro de un mes", le dijo el DT en esa conversación a Luis. "¿No puede ser ya el partido?", respondió acelerado el hombre, fanático de San Martín. Así fue convocado para un amistoso que debía jugar el equipo nacional en Formosa. Sólo el 9 a 0 asombró más que su actuación: dos goles para un debut soñado.

A finales de agosto, Luis participó de un prestigioso torneo en Madrid y sus conclusiones (más allá de las futbolísticas, ya que salió goleador) apuntaron también a lo social. "La gente fue muy amable. Tratan con mucho respeto a la persona con discapacidad, no lástima. Acá en Tucumán quizás, el pensamiento es ’pobrecito el cieguito’, pero no. Tengo los mismos derechos que todos", analizó.

"Tampoco había discapacitados pidiendo. Los otros jugadores me contaban que todos tienen trabajo, ya sea en la administración pública o privada, o sea algo respetable. Acá porque sos ciego piensan que tenés problemas en la cabeza", asegura Luis, que -no obstante- agradece a la gente de la Universidad que le facilitó la competencia.

"Te pongo un ejemplo: una vez fui a sacar el préstamo junto a una persona y era claro que el empleado le hablaba a mi acompañante. ’Vos me tenés que hablar a mí. Yo soy el que tiene que entender y hacer la operación’, le dije. "Soy ciego, no tonto", se queja Sacayán, que trabaja en la Dirección de Obras Públicas y estudia Informática.

El nueve de la Selección también cuenta cómo desarrolló su oído, con los problemas en su vista que lo acompañan desde siempre y que ahora sólo le muestra sombras y algunas luces. "Te ponés mucho más fino ahí. Hay conversaciones que yo las escucho estando lejos. En la parada del colectivo siempre me pasa. ’Ahí viene el colectivo’, digo. La gente ve la calle, no hay nadie y se me quedan mirando, pero después de unos segundos, viene", cuenta orgulloso.

Pero esa habilidad no le sirve sólo para el transporte. En el fútbol también le es útil. "Es una ventaja para nosotros. Ahí tenés que estar escuchando a la pelota (tiene cápsulas sonoras) y a tu llamador. Todo al mismo tiempo", comenta.

Por último, Luis deja en nuestros oídos sus sueños. No sin antes preguntar si lo que queremos saber son sus deseos futbolísticos o personales. Vamos con los dos. "Mi sueño sería jugar un Mundial y ganarlo. En lo personal, seguir bien con mi familia. Que sigamos siendo felices para siempre... ¡Ah! y que San Martín vuelva a Primera", enumera Luis, esposo y padre de dos hijas, que sigue actuando aunque no haya público a la vista. Fuente...Contexto.com.ar

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