miércoles, 12 de octubre de 2011

Las cloacas "nuevas" de la SAT: ríos de excrementos en Yerba Buena


La serpenteante calle San Martín en Yerba Buena es una de las pocas vías de comunicación entre el camino de Sirga y la avenida Aconquija. En el trayecto hilvana casas, countries, barrios privados y comercios de los más diversos rubros.

Tiene un ir y venir constante de automóviles, dos líneas de ómnibus (118 y 102) y carros tirados por agónicos caballos. Según algunos vecinos, es una avenida Solano Vera en potencia. En la esquina del camino de Sirga y San Martín están terminando dos barrios privados que cuando tengan vecinos acrecentarán el tránsito.

Para los que circulan, los problemas se van apenas han sorteado sus curvas y han pasado los lomos de burro a paso de hombre, pero para los vecinos el padecimiento es constante. Especialmente, para quienes viven en la intersección de esa calle con la San Luis, por donde se ingresa al country viejo del Golf.

El olor a cloaca no se aguanta. Liliana Rivas, una vecina que vive justo en esa intersección, jura que lo que tiene a su marido en cama y a su hijo con una erupción en la piel se debe al mal olor. "Vienen la arreglan, pero revienta a cada rato", protestó la mujer, mientras encendía la motocicleta para partir al médico con su hijo adolescente.

Todo se debe a parte del sistema cloacal que se obstruye y revienta. "Por lo general tiran ripio, pórtland y materiales de construcción que se solidifican y eso obstruye las cañerías", informó Marina Mittelmann, vocera de la SAT. Ella explicó que las cloacas de la zona sur se inauguraron hace cuatro años, por lo que se trata de algo nuevo. Con el aumento de viviendas (y las malas costumbres de algunos vecinos), revienta y la podredumbre sale al exterior. Un poco se vierte en catarata hacia el zanjón, pero otra buena parte baja por San Luis hasta San Martín y ahí queda acumulada. El resultado: un gran piletón con olor a estanque no apto para el nado ni para la respiración.

"Un río de fluido grisáceo", así describió Facundo Reinoso Posse al agua que suele juntarse en la hondonada que está en el cruce de esos dos caminos. Los días de lluvia es peor porque queda estancada por más tiempo.

Cruzar la calle es toda una odisea. "Hay que irse a la cuadra de enfrente y de ahí cruzar, porque por esta esquina no se puede", explicó el joven, quien asegura que ya hace tiempo que resignaron abrir las ventanas de la habitaciones que dan a la calle.

La basura y las ramas entorpecen el fluir en el zanjón. Justo debajo del puente de entrada al country viejo del Golf la mitad está taponeada. El agua que corre es opaca, verdosa y maloliente.

María Inés de Nougués hace 15 años que vive por San Martín a metros de San Luis, pero desde hace casi dos años, el olor maloliente comenzó a formar parte de su vida diaria.

"Cada vez que el vecino reclama nosotros lo ponemos en conocimiento de la SAT para que lo resuelva", indicó Héctor Aguirre, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Yerba Buena.Fuente...Contexto.com.ar

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