martes, 6 de marzo de 2012

"Una pizza más y te morís", le advirtieron los médicos


Michael Hebranko fue advertido por los médicos de que una pizza más lo podía matar. 
Pesaba más de 400 kilos, cuando fue obligado a adoptar una rigurosa dieta.

Hoy pesa 270 kilos, pero tiene graves problemas de hígado, corazón y riñón. En setiembre pasado estuvo al borde de la muerte, por problemas coronarios y actualmente tiene a su lado en forma permanente una enfermera que le proporciona oxígeno a través de una máscara.

Los médicos le pusieron una guardia que lo controla en forma permanente, luego de que hace algunos meses consiguiera comerse en secreto seis Big Macs.

Michael vive actualmente postrado en la cama, en su casa de Staten Island, Nueva York, y es atendido por terapeutas, ya que su difícil situación le hizo pensar en el suicidio. 

"Yo sé que el consumo me está matando, pero soy adicto a la comida, como un alcohólico, o alguien que usa drogas. Eso es lo que supe toda mi vida".

No hay comentarios:

Publicar un comentario