Hay presupuesto para obras escolares pero el gobierno de la Ciudad no lo utiliza, ya que en 2010 ejecutó sólo un 40,36% de las partidas destinadas a infraestructura y mantenimiento, y apenas un 33,72% de los fondos autorizados para construcciones en edificios de escuelas públicas, dijeron integrantes de cooperadoras.En el primer trimestre del corriente año, mientras usó el 13,63%de los fondos totales asignados al Ministerio de Educación, en infraestructura, mantenimiento y obras escolares, sólo se
ejecutó el 6 por ciento de lo previsto.
Partidas presupuestarias existen, pero no se convierten en fondos disponibles para afrontar las obras que requieren las Escuelas públicas.
Ricardo Fuentes, miembro de la cooperadora de la Escuela nº 21 Hipólito Vieytes, dijo a Télam Investiga: “Han hecho limpieza de
fachada, han pintado un poquito, han hecho unos muy lindos spots
publicitarios pero la plata no va donde tiene que ir y cuando va,
en el mejor de los casos, va con unos sobreprecios terribles”.
Fuentes denuncia que el gobierno de la Ciudad despilfarra recursos con el manejo que hace de los fondos: “en mi escuela tenemos una enorme pantalla LCD, que prácticamente nadie usa y lo que necesitamos es que nos cambien la instalación eléctrica. Porque si se encienden las luces de todas las aulas, salta la térmica, lo cual es especialmente problemático cuando se quiere usar el gabinete de computación”.
Las obras de mantenimiento escolar, históricamente, fueron atendidas en parte con fondos destinados a cooperadoras escolares y a asambleas distritales de esas organizaciones. Las partidas se asignaban en forma de subsidios, y en su ejecución intervenían cooperadores y organizaciones distritales.
“Por cada 10 pesos que recibías en el 2007, en el 2010 recibiste 6”, dijo César Sánchez, integrante de la cooperadora de la escuela nº11 del Distrito Escolar 8 “Marcelo T. de Alvear” y delegado de las cooperadoras del distrito escolar 8, que aglutina Caballito Sur y gran parte de Parque Chacabuco.
Sánchez denunció que las cuatro cuotas que antes les asignaban para el mantenimiento edilicio, fueron reducidas a dos en el 2010. Nadie sabe qué sucedió con las otras dos cuotas faltantes, dijo el delegado de las cooperadoras del Distrito Escolar 8.
En el mes de enero de 2010 fue promulgada la Ley 3372 que creó el FUDE, “Fondo Único de Educación”.
La nueva norma modificó el anterior sistema de subsidios asignados por finalidad a escuelas y reemplazó a las llamadas Comisiones Distritales de Cooperadoras (CO.DI.CO), por la Asamblea Distrital de Cooperadoras (Asdico). La ley no fue aún reglamentada.
El delegado de las cooperadoras del Distrito Escolar 8 sostuvo que antes del FUDE, el presupuesto se manejaba en forma descentralizada y participativa.
“En cada Distrito Escolar se decidía la distribución de los fondos destinados a lo que se llaman obras menores, que eran arreglos importantes para las escuelas que se podían resolver en 6 meses, cuando si uno llamaba a licitación por el gobierno de la ciudad el arreglo podía tardar 3 años”.
Sánchez relató que “se hacia una reunión, llamada pre Co.Di.Co., en la que cada representante de las cooperadoras explicaba sus necesidades.
Se conformaba una comisión de padres representantes de las mismas y se organizaba un circuito de visitas; siempre con el asesoramiento del arquitecto se terminaba armando una lista de prioridades.
El contrato y los certificados de obras eran firmados por el presidente de la cooperadora. Esto garantizaba que si la obra no
estaba bien realizada, la empresa no cobraba”.
La centralización en el Ministerio del uso de los recursos para pequeñas obras es lo que critica Sánchez.
“El Ministerio comenzó a crear distintos mecanismos de mantenimiento en las escuelas, administrados centralmente por el área de infraestructura, con muchos casos de adjudicaciones directas con el pretexto de urgencia, desde algún lado comprensible, pero con algunos precios que asustan”.
Redondeó su crítica diciendo: “lo que antes rendía de una manera, ahora rindió de una manera muy inferior; eso de que esté un papá cuidando que pongan el azulejo donde tiene que ir, no está más”
Ricardo Fuentes, cooperador de la escuela Hipólito Vieytes y representante distrital de las cooperadoras del Distrito Escolar
IV, que aglutina San Telmo, Montserrat y La Boca, habló de las
denominadas MOM (Mantenimiento y Obra Menor).
Denunció que el gobierno de la Ciudad está adjudicando el mantenimiento de una serie de escuelas y la realización de obras
menores por cuatro años “a empresas de las que desconocemos los antecedentes, que desconocemos la forma de selección y que no
tienen el control de las escuelas ni de la comunidad”.
Fuentes dijo que “la escuelas generalmente se enteran de casualidad de obras que fueron adjudicadas a determinadas empresas, que tengo entendido no tienen antecedentes en trabajar con población escolar”.
El representante del Distrito Escolar IV dijo que las obras de nuevos contratistas son más costosas que las realizadas con el sistema anterior. Sostuvo que ahora “la directora de la escuela no tiene la capacidad de decir que porque le cambiaron mal el vidrio, no se le va a pagar a la empresa”.
“La realización de las obras menores, dijo Ricardo Fuentes, no depende de la escuela, de un debate en la escuela o de un pedido de la directora, lo hacen ellos por indicación del gobierno de la
Ciudad”. Dio como ejemplo el cambio de piso del patio: a esa obra,
“la decide el gobierno”.
César Sánchez afirmó que en las llamadas MOM “está la plata”.
El Ministro de Educación se resiste, dijo, a que los fondos sean distribuidos mediante la participación de los cooperadores de
cada distrito.Fuente...Telam
ejecutó el 6 por ciento de lo previsto.
Partidas presupuestarias existen, pero no se convierten en fondos disponibles para afrontar las obras que requieren las Escuelas públicas.
Ricardo Fuentes, miembro de la cooperadora de la Escuela nº 21 Hipólito Vieytes, dijo a Télam Investiga: “Han hecho limpieza de
fachada, han pintado un poquito, han hecho unos muy lindos spots
publicitarios pero la plata no va donde tiene que ir y cuando va,
en el mejor de los casos, va con unos sobreprecios terribles”.
Fuentes denuncia que el gobierno de la Ciudad despilfarra recursos con el manejo que hace de los fondos: “en mi escuela tenemos una enorme pantalla LCD, que prácticamente nadie usa y lo que necesitamos es que nos cambien la instalación eléctrica. Porque si se encienden las luces de todas las aulas, salta la térmica, lo cual es especialmente problemático cuando se quiere usar el gabinete de computación”.
Las obras de mantenimiento escolar, históricamente, fueron atendidas en parte con fondos destinados a cooperadoras escolares y a asambleas distritales de esas organizaciones. Las partidas se asignaban en forma de subsidios, y en su ejecución intervenían cooperadores y organizaciones distritales.
“Por cada 10 pesos que recibías en el 2007, en el 2010 recibiste 6”, dijo César Sánchez, integrante de la cooperadora de la escuela nº11 del Distrito Escolar 8 “Marcelo T. de Alvear” y delegado de las cooperadoras del distrito escolar 8, que aglutina Caballito Sur y gran parte de Parque Chacabuco.
Sánchez denunció que las cuatro cuotas que antes les asignaban para el mantenimiento edilicio, fueron reducidas a dos en el 2010. Nadie sabe qué sucedió con las otras dos cuotas faltantes, dijo el delegado de las cooperadoras del Distrito Escolar 8.
En el mes de enero de 2010 fue promulgada la Ley 3372 que creó el FUDE, “Fondo Único de Educación”.
La nueva norma modificó el anterior sistema de subsidios asignados por finalidad a escuelas y reemplazó a las llamadas Comisiones Distritales de Cooperadoras (CO.DI.CO), por la Asamblea Distrital de Cooperadoras (Asdico). La ley no fue aún reglamentada.
El delegado de las cooperadoras del Distrito Escolar 8 sostuvo que antes del FUDE, el presupuesto se manejaba en forma descentralizada y participativa.
“En cada Distrito Escolar se decidía la distribución de los fondos destinados a lo que se llaman obras menores, que eran arreglos importantes para las escuelas que se podían resolver en 6 meses, cuando si uno llamaba a licitación por el gobierno de la ciudad el arreglo podía tardar 3 años”.
Sánchez relató que “se hacia una reunión, llamada pre Co.Di.Co., en la que cada representante de las cooperadoras explicaba sus necesidades.
Se conformaba una comisión de padres representantes de las mismas y se organizaba un circuito de visitas; siempre con el asesoramiento del arquitecto se terminaba armando una lista de prioridades.
El contrato y los certificados de obras eran firmados por el presidente de la cooperadora. Esto garantizaba que si la obra no
estaba bien realizada, la empresa no cobraba”.
La centralización en el Ministerio del uso de los recursos para pequeñas obras es lo que critica Sánchez.
“El Ministerio comenzó a crear distintos mecanismos de mantenimiento en las escuelas, administrados centralmente por el área de infraestructura, con muchos casos de adjudicaciones directas con el pretexto de urgencia, desde algún lado comprensible, pero con algunos precios que asustan”.
Redondeó su crítica diciendo: “lo que antes rendía de una manera, ahora rindió de una manera muy inferior; eso de que esté un papá cuidando que pongan el azulejo donde tiene que ir, no está más”
Ricardo Fuentes, cooperador de la escuela Hipólito Vieytes y representante distrital de las cooperadoras del Distrito Escolar
IV, que aglutina San Telmo, Montserrat y La Boca, habló de las
denominadas MOM (Mantenimiento y Obra Menor).
Denunció que el gobierno de la Ciudad está adjudicando el mantenimiento de una serie de escuelas y la realización de obras
menores por cuatro años “a empresas de las que desconocemos los antecedentes, que desconocemos la forma de selección y que no
tienen el control de las escuelas ni de la comunidad”.
Fuentes dijo que “la escuelas generalmente se enteran de casualidad de obras que fueron adjudicadas a determinadas empresas, que tengo entendido no tienen antecedentes en trabajar con población escolar”.
El representante del Distrito Escolar IV dijo que las obras de nuevos contratistas son más costosas que las realizadas con el sistema anterior. Sostuvo que ahora “la directora de la escuela no tiene la capacidad de decir que porque le cambiaron mal el vidrio, no se le va a pagar a la empresa”.
“La realización de las obras menores, dijo Ricardo Fuentes, no depende de la escuela, de un debate en la escuela o de un pedido de la directora, lo hacen ellos por indicación del gobierno de la
Ciudad”. Dio como ejemplo el cambio de piso del patio: a esa obra,
“la decide el gobierno”.
César Sánchez afirmó que en las llamadas MOM “está la plata”.
El Ministro de Educación se resiste, dijo, a que los fondos sean distribuidos mediante la participación de los cooperadores de
cada distrito.Fuente...Telam
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