jueves, 30 de junio de 2011

Honduras: “Mel” Zelaya arma un país dentro del otro


Manuel Zelaya aprovechó el segundo aniversario de su derrocamiento y la euforia despertada por su regreso al país para avanzar en la idea de convertir a la Resistencia en la promotora de un partido político denominado Frente Amplio de Resistencia Popular (FARP) y cumplir, así, lo que había anticipado desde el exilio al que lo había condenado el golpe cívico-militar hondureño.

Esta nueva organización fue lanzada a la superficie en el marco de un plenario multitudinario (1500 delegados del Frente Nacional de Resistencia Popular -FNRP-, perteneciente a 19 departamentos), y aprobada casi unánimemente.

Zelaya, que sin dudas ha hablado de esta iniciativa con sus aliados latinoamericanos (sobre todo con el presidente venezolano Hugo Chávez y con Daniel Ortega de Nicaragua), se da cuenta de que el gobierno de Porfirio Lobo no las tiene todas consigo a nivel político y económico, y que por ello se hace preciso pasar a la contraofensiva, ya que el 2013 -fecha de las elecciones- puede ser la posibilidad concreta de su retorno al poder.

La creación del FARP a partir del FNRP estuvo antecedida por largos encuentros previos entre Zelaya y los dirigentes de la Resistencia que le son más afines, como Juan Barahona y Rafael Alegría.

A ellos les explicó que era necesario no desaprovechar la oportunidad que se ha abierto con su presencia en el país “gracias a la movilización popular y al esfuerzo internacional de nuestros mejores amigos”.

Ambos aceptaron la propuesta a condición de respetar la diversidad política del Frente, que según Barahona fue fundamental para mantener su fuerza después del golpe de Estado. Otros dirigentes expresaron mayores dudas y el peligro de que la constitución del partido esterilizara el esfuerzo de la Resistencia.

Esta misma discusión sobre “partido sí, partido no”, se bajó a las bases frentistas y a los comités municipales y barriales. En la posterior Asamblea Extraordinaria se confirmó que gran parte de los concurrentes coincidía con la visión de “Mel” Zelaya.

Entre los disidentes están Berta Cáceres y Salvador Zuñiga, del Copinh (Consejo Popular de Organizaciones Indígenas de Honduras), y Carlos Reyes. Desconfían de la buena fe conciliadora del golpismo y de la conformación de un partido político, y solo aceptan participar de elecciones constituyentes.

Al final del plenario fundacional los delegados del Copinh se reservaron el derecho a discutir internamente si permanecen en el frente o no.

En el discurso de lanzamiento Zelaya planteó que el FARP mantendrá todos los planteamientos históricos del Frente y que la mayor garantía para exigir la constituyente radica en que el partido es, con las 1.300.000 firmas de apoyo, la principal fuerza política del país.

Abogó por una propuesta de “inclusión social y en paz”, y adelantó que si gana las elecciones del 2013 enfocará los cañones contra la burguesía y construirá un socialismo democrático al que caracterizó como “liberalismo prosocialista”.

Para Mel Zelaya, la nueva batalla hacia el poder ha pegando así un salto cualitativo. Conocedor calificado del entretejido político de su país, sabe que con su presencia y con el accionar movilizador de la Resistencia, las contradicciones de sus adversarios seguirán aflorando.

A partir de ahora, iniciará una campaña de denuncia contra la represión, por el castigo de los culpables de haber violado los derechos humanos y por la resolución de los conflictos sociales y sindicales que afectan al país. De hecho, Zelaya ya se está moviendo como representante de una nación (gestada por la Resistencia) que día a día desborda el frágil escenario construido por el actual gobierno continuista. El 2013 queda a la vuelta de la esquina.Fuente...TeleSURtv.net

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