Como consecuencia de los dos amotinamientos policiales que se registraron en marzo y abril, y que obligaron al gobierno provincial a conceder sustanciales aumentos de salarios, el gobernador José Alperovich está impulsando un silencioso reordenamiento de la estructura de seguridad.
El objetivo es que no existan grupos importantes de efectivos subalternos en una sola dependencia, como la Patrulla Urbana, la Patrulla Motorizada y el Comando Radioeléctrico. En esas áreas nacieron y se desarrollaron las protestas, a través del desplazamiento masivo de grupos de policías hacia la zona de la Jefatura.
Alperovich quiere dividir a las fuerzas policiales, atándolas a comisarías, licuando el poder de movilización de las nutridas dependencias de calle. Los traslados se están dando en forma paulatina, pero incesante, hasta completar el objetivo.
El efecto es una mayor inseguridad en muchas zonas que al menos tenían hasta ahora la presencia de una guardia urbana rotativa, o guardias motorizados.
Teniendo en cuenta el daño político y la merma de autoridad que le produjeron las huelgas policiales, Alperovich ahora se quiere anticipar a nuevos reclamos, aún sabiendo que la medida acentúa la inseguridad y la proliferación de la delincuencia en muchos barrios.Fuente...Contexto.com.ar
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