miércoles, 27 de julio de 2011

“Si hay algún futuro en la historia, ese se ubica en África y en América Latina”


El cantautor Luis Eduardo Aute, quien en agosto traerá a la Argentina las canciones de su reciente álbum “Intemperie” donde denuncia el presente europeo, consideró que mientras “Occidente es un barco que se está hundiendo, Latinoamérica tiene el proyecto de construir un barco”.

“En Occidente, donde incluyo a China y a la India, veo un barco que se está hundiendo y donde el único proyecto es ponerle parches al barco, mientras Latinoamérica proyecta construir un barco a partir de un continente gigantesco, muy rico en recursos naturales y culturas milenarias y con una lengua común”, reflexionó Aute en diálogo con Télam.

Desde Madrid y a través del teléfono, el artista, de 67 años, insistió que “si hay algún futuro en la historia, ése se ubica en África y en América Latina”.

Dueño de un rico repertorio que se inscribe en los altares de la canción iberoamericana, pero también dibujante, poeta, pintor y cineasta, Aute admitió que en “Intemperie” “hay un denominador común que es una cierta desesperanza”.

“Pero -alertó- este disco no es más desesperanzador que la realidad que uno encuentra y es el fiel reflejo de estos tiempos que estamos viviendo. Aunque quisiera tener una visión más esperanzadora, ciertamente no hay indicios en tal sentido”.

Para ilustrar esa sensación, la gráfica de la placa se sitúa en la Acrópolis griega y al respecto el músico comentó que “Grecia, que es la cuna de la cultura occidental, ha sido desahuciada por el resto de Europa”.

Las 14 canciones propias registradas en el cd son “Un soplo de alegría”, “Intemperie”, “Hay cosas peores”, “Quiéreme”, “Amor a mares”, “Atenas en llamas”, “Nada”, “Allí (Un perro calandaluz)”, “Somnis de la Plaça Rovira”, “Alguien sueña por ahí”, “Toda una vida”, “¿Qué me pasa, doctor?”, “Volver al agua” y “El canto de las sirenas”.

El relato reunido en “Intemperie”, sin embargo, ofrece una suerte de revelación optimista capaz de anticipar el final de lo que el creador llamó “el capitalismo irreal”.

El guitarrista y cantante explicó que “los de mi generación fuimos testigos de la caída del llamado socialismo real y ahora estamos viendo la muy lenta caída del capitalismo irreal porque es de artificio y puramente especulativo y para mí, ésa sí que es una buena noticia”.

A distancia del cancionero reunido en el álbum que volvió a unirlo con el productor Tony Carmona pero con la actualidad cercándole los pasos, Aute también saludó el movimiento de los indignados que comenzó en España y comienza a hacerse notar en otros países europeos.

“Esto que está ocurriendo es una pequeña luz al fondo del túnel. Acusábamos mucho a la juventud por estar adocenada y se ha visto que no, que hay gente que se ha movilizado muy fuertemente y con mucha energía al revindicar una democracia en un sentido muy puro y alejada de la partidocracia”, opinó el autor de gemas de la talla de “La belleza”, “Sin tu latido”, “Con un beso por fusil”, “Al alba” y “De alguna manera”.

En relación a su próxima visita a la Argentina para presentarse el 26 de agosto en el Gran Rex de Buenos Aires y un día después en el Coliseo Podestá de La Plata, adelantó que “la intención es mostrar las canciones nuevas que grabé en `Intemperie`”.

El trovador contó que recitales con esa impronta son los que está ofreciendo actualmente por España, los que ya brindó en México y los que además lo traerán por Uruguay y Bolivia.

Aute comentó que aprovechará esta nueva llegada a Sudamérica para “poder concretar la posibilidad de acercar a Buenos Aires una muestra de mis dibujos que está itinerando y que se llama `Transfiguraciones`”.

En materia musical, su probada libertad estética lo llevó últimamente a colaborar con dos raperos españoles: el sevillano Haze y El Cojín, en participaciones que atribuyó a que “me interesa su trabajo. Se trata de gente interesante, con ideas muy potentes y mucha energía”.

Por si la música desplegada no bastara, indicó que “en estos momentos también estoy también pintando y dibujando a la vez que preparo un libro de dibujos y cuentos”.

De cara a su profusa veta artística y consultado acerca del filme de animación “Un perro llamado dolor” que realizó en 2001 y pasó con suceso por varios festivales, aseguró que “fue una experiencia única que no pienso volver a repetir de ninguna manera porque me llevó cinco años que fueron apasionantes pero irrepetibles”.Fuente...Telam

No hay comentarios:

Publicar un comentario