lunes, 8 de agosto de 2011


Una broma de mal gusto fue lo que pensó un hombre que le hacían, ya que después de salir de la misa realizada por el fallecimiento de su padre, le avisaron que éste acababa de llegar en taxi a su casa.

Así fue como la familia de Rodolfo Becerra López, de 76 años, se enteró que no había muerto y comenzaron a preguntarse a quién le habían llorado días antes durante el velatorio así como de quién era el cuerpo que acababan de cremar.

Y es que el septuagenario fue confundido con un hombre que coincidentemente tenía las mismas características que él, pero que murió el 24 de julio en la Cruz Roja, tras ser atropellado en el cruce de Puerto Altata y San Patricio, en la colonia San Marcos, en Guadalajara.

Francisco Javier Becerra Aguilar, de 55 años e hijo de Becerra López, explicó a personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJE) que su padre salió de su vivienda situada en la colonia Talpita desde el 24 de julio, y después no volvieron a saber nada él.

Tras buscarlo en diferentes lugares, la esposa de Becerra Aguilar se comunicó a la Cruz Roja donde les informaron que un hombre de entre 70 y 75 años, de complexión regular y tez morena, había fallecido al ser arrollado.

Como la descripción correspondía con la de Becerra López, los familiares acudieron a las oficinas de trabajo social del Servicio Médico Forense (Semefo), y después de ver fotografías confirmaron que sí se trataba de su pariente.

La familia pagó el servicio funerario, veló el cuerpo del hombre y finalmente decidieron hacerle una misa en el templo de La Asunción, en la colonia Oblatos, el pasado 29 de julio para recordarlo.

Al finalizar la ceremonia y mientras aceptaban las condolencias así como abrazos de conocidos y familiares, Becerra Aguilar recibió una llamada de parte de su suegro, quien le aseguró que su padre acababa de llegar a su casa a bordo de un taxi.

De acuerdo con su declaración ante un fiscal de Averiguaciones Previas, el hombre se molestó porque pensó que se trataba de una mala broma, pero ante la insistencia de que acudiera a su domicilio, fue a la finca de la calle San Pedro, en la colonia Talpita.

Al llegar, Becerra Aguilar se encontró con su progenitor, quien le mencionó que andaba de paseo en el poblado de la Manzanilla de la Paz, cerca de Mazamitla, sin embargo, su hijo no le creyó porque no tienen a ningún familiar en dicho lugar.

Incluso, mencionó a las autoridades que su papá no sabía leer ni escribir, y que recientemente detectaron que Becerra López presenta demencia senil, por lo que especularon que posiblemente no supo cómo regresar a su domicilio a pesar de que sí tenía dinero.

Becerra López fue interrogado por personal de la dirección de Averiguaciones Previas de la PGJE para investigar dónde estuvo y pasó las noches, así como lo que comió los cinco días que estuvo extraviado.

El hombre dijo que comía lo que quería porque tenía efectivo, que dormía en la calle o parques y que luego decidió tomar el taxi para regresar a su casa, aunque en su declaración despotricó contra el conductor de dicho vehículo ya que inicialmente dijo le cobraría 80 pesos y terminó cobrándole 120.

Debido a esto, la noche del lunes, los parientes regresaron al Semefo con todo y la urna con las cenizas del hombre que falleció en el percance, además que Becerra López también rindió su declaración ante el agente del Ministerio Público diciendo que no estaba muerto.

En perspectiva. Lo que pasará:

 Las cenizas del hombre muerto y que fue confundido con una persona que estaba viva, permanecerán en la morgue en espera de ser reclamadas por los verdaderos familiares.•

 De acuerdo con personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, el trámite no será engorroso, ya que existen muestras de tejido, una ficha odontológica, fotos de la víctima y huellas dactilares.• 

Ahora la familia de Rodolfo Becerra, el hombre vivo, deberá esperar la cancelación del acta de defunción, de parte de un Juez del Registro Público.Fuente...Contexto.com.ar

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